Marco e Isaías Fernández regentan desde hace poco más de un año la pastelería Host. Mientras que Isaías es el maestro pastelero, un profesional con más de 30 años de oficio, Marco es profesional del diseño de la moda. Ambos decidieron aunar sus experiencias para ofrecer a sus clientes una pastelería de autor.

Marco, vuestras trayectorias profesionales son muy diferentes como para converger en un negocio como este…

Sí, porque Isaías se ha formado como maestro pastelero Lyon y en el País Vasco y ha trabajado de la mano de Martín Berasategui y de Paco Torreblanca y en restaurantes con Estrella Michelín como El Amparo y La Paloma, yo procedo del mundo de la moda pues soy diseñador profesional y tengo un estudio en el que nos dedicamos a la realización y diseño de prototipos de moda trabajando para fabricantes. Pero ambos quisimos montar un negocio en el que los dos pudiéramos aportar algo de nuestro saber hacer, Isaías su buen hacer pastelero y yo en la parte comercial y en la de atención al cliente. 

Host no es una pastelería cualquiera…

Nuestra idea es ofrecer una pastelería muy elaborada, artesanal, con una materia prima de alta calidad, bien hecha, como se ha hecho siempre. En este sentido Torrelodones reunía todos los requisitos para que abriésemos aquí sus puertas ya que posee una población con un poder adquisitivo un poco más alto que la media de la sierra y, además, está acostumbrada a productos de calidad que, además, demanda.

¿Qué ofrecéis?

Estamos especializados en el pastel individual, dulce y salado. El pastel salado es muy creativo, basada en canapés, en pequeños productos para degustar. No nos centramos solo en las empanadas, sino que hacemos unos eclairs rellenos de salmón y bonito, bizcochos de tapenade, tiropitas elaboradas con pasta filo con diferentes farsas. También tenemos unas flores de pasta filo con ternera y menta, bonito con tomate, setas con crema de verduras… todos ellos productos muy elaborados, de gourmet, propios de restaurante con estrella, que es lo que nosotros sabemos hacer.

¿Y en cuanto al dulce?

Hacemos un postre individual con una muy buena materia prima y una presentación que es muy atractiva. Cada uno de nuestros postres tienen tres, cuatro o cinco elaboraciones. No es solo un bizcocho o solo una tarta.

En el caso del dulce tenemos el lemon pie, tarta de zanahoria, tres chocolates, sacher o el ruso de pistachos. Pero cada mes ofrecemos nuevos postres cada mes que es una novedad. En diciembre el postre que hemos sacado ha sido una mousse de chocolate con leche con cobertura de cacao, un núcleo de fruta de la pasión sobre unas galletitas de chocolate.

El local también dispone de una pequeña cafetería…

Nuestro local es pequeño, tiene pocas mesas, y en él queremos que los clientes puedan probar nuestros productos y un café orgánico, muy especial, de la casa Baqué. Lo cierto es que estamos encantados con la respuesta de los clientes ya que no hemos tenido ninguna mala experiencia y saben valorar el producto que les brindamos.