Presentamos un programa heterogéneo, abriendo el concierto con una suite de danzas de Michael Praetorius, perteneciente a la colección de danzas que el compositor compuso y recopiló en un compendio que fue editado en 1612 con el nombre de Terpsichore, y comprende alrededor de 300 danzas instrumentales, siendo probablemente la obra más significativa del compositor. La suite está compuesta por 6 danzas en las que se alternan en pares de lenta-rápida, creando contraste en el carácter y el ritmo de cada una de ellas.
I Ballet, es una danza cortesana y elegante, de tempo moderado y subdivisión binaria en forma ABA. II Courante, danza rápida, de ritmo ternario con comienzo de carácter anacrúsico, con for- ma AB. III Spagnoletta, danza lenta y expresiva de ritmo terna- rio y en forma AB, en este caso con alternancia de solos y tutti. La Spagnoletta, junto con Los Canarios o La Folía, fueron las formas de baile que llegaron a encarnar el arquetipo de lo español en los siglos XVI y XVII. IV Volte, también de ritmo terna- rio y con alternancia de solo y tutti, en donde los solos invitan a intervenir al tutti que reproducen su material temático. En forma ABA, en la última sección el tutti repite el material temático del comienzo. V Pavana, danza cortesana, de estilo solemne y elegante, de subdivisión binaria. Esta danza renacentista era la favorita de la corte y tenía cierto estilo majestuoso. Una de las teorías acerca del origen del término "pavana" es que alude a los movimientos del pavo, elegantes, pausados y orgullosos; así podría representar, quizás, casi un "pase de modelos" de la época, en el que se luciera el porte noble y el vestido elegido, bailando de forma ceremoniosa. Esto concordaría con el hecho de que normalmente era la primera de las danzas de la velada, de manera que uno empezaba a bailar y mostraba su "modelo" recién estrenado. VI La Bourée, danza de tempo animado, fluido, en compás binario y forma ABA. Generalmente con motivos de carácter anacrúsico, como el que hoy escucharemos, y con alternancia de los modos mayor y menor, terminando con la sección A en modo mayor.
La segunda obra, contrastando en estilo y época, nos situamos en la actualidad, con una suite sobre temas del conocido musical “The Greatest Showman” y que tendremos oportunidad de escuchar en un formidable arreglo de James Kazik, algunos e los te- mas más emblemáticos de este musical, como A “Million Dreams” o “This is me”.
Con el cambio de escenario y la incorporación del coro, tendremos la oportunidad de escuchar primeramente un Salve Regina del compositor Esteban Salas, quien fue compositor y maestro de capilla de la Catedral de Santiago de Cuba, en el sg.XVIII. Con un estilo muy personal que se puede considerar como un puente entre el barroco y el clasicismo, utilizando armonías instrumentales propias de este período.
Por último, se dará paso a la obra central del programa y que da nombre a este entrañable concierto, El Gloria RV 589, una de las grandes obras corales de todos los tiempos, y de las más significativas de Vivaldi. La partitura y el estilo son muy característicos de la música de su estilo. Esto significa música exuberante y alegre como el coro de apertura, con su característico oboe solista y trompeta, y música más lenta y profundamente expresiva, como el siguiente movimiento, con su polifonía cromática y suspensiones sobre una línea de bajo en constante pulsación. Hay varios movimientos con solos vocales, que habrían sido cantados por miembros del coro. "Laudamus te" es un dúo para dos sopranos, montado como un movimiento de concierto con ritornellos instrumentales entre los pasajes de las solistas, que se van cruzando las voces. "Domine Deus" es una dulce soprano y oboe siciliano en tópico pastoril, que refleja la paz y serenidad que transmite el Dios padre omnipotente."Domine Deus, Agnus Dei", con su combinación de solista y coro, aparentemente causó más problemas a Vivaldi, al menos con evidencia manuscrita. "Qui sedes" es otro movimiento en forma de concierto, del tipo de final ardiente. Para el final, Vivaldi creó un compuesto vívidamente efectivo y muy eficiente. El breve "Quoniam tu solus sanctus" recoge su música de apertura festiva, que sirve principalmente para montar la doble fuga final en "Cum Sancto Spiritu". A diferencia de Haydn, Vivaldi no era muy hábil en el contrapunto estricto, y para esta fuga se apropió de la conclusión de una reciente Gloria del compositor veronés Giovanni Maria Ruggieri. Vivaldi "tomaba prestada" la música con más frecuencia de lo que se pensaba, y de forma tan creativa como Händel lo hizo con más fama. Muy apto en este caso, apenas necesita disculpas o explicaciones.
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