13/08/2012, décimotercer y último día del Diario de bitácora del Rally

Día triste. Toca recoger, despedirse de los niños y del coche. Fue muy duro y recordarlo me sigue emocionado.
Para los que queremos fingir serenidad, las gafas de sol son necesarias para ocultar lo que nuestros ojos delatan. En el coche de vuelta a la frontera, silencio.
Por el espejo retrovisor, una imagen que se ha grabado en mi mente y miles de preguntas que no tiene respuesta. Por delante dos días de regreso a casa con nuestras mochilas llenas de polvo y de recuerdos, de sentimientos y de un deseo; que lo cotidiano de nuestro día a día no nos haga olvidar a Jordi, a Marisa, a Yakoub, a Nasser, a Dadia… los niños de la eterna sonrisa, en una tierra no echa para sonreír.

12/08/2012, duodécimo día del Diario de bitácora del Rally

Hoy toca sesión de fotos con los niños, para que la gente de Torrelodones y España, conozcan su historia, y lo que ocurre aquí.

Tras una sesión de fotos muy divertida, les entregamos el material escolar que la librería Almez y un grupo de funcionarias del Ayuntamiento de Torrelodones, han donado. La verdad es que se volvieron locos al abrir las cajas y ver los rotuladores, los cuadernos, lápices… Yakute tuvo que imponer algo de orden.

Después decidimos visitar a los compañeros de la Guardia Civil destinados en Nouadhibou. A través del Frontex, la Guardia Civil vigila las fronteras marítimas de Mauritania y Senegal. La verdad es que nos presentamos sin avisar, y fuimos muy bien recibidos, además con ellos pudimos ver la final de baloncesto entre España y EEUU.

Por la tarde, otra vez juegos y mas fútbol con los niños del orfanato y del barrio. A la hora de la merienda sacamos un bote de nocilla y aquello fue una locura, terminaron de chocolate hasta arriba.

Cerca del orfanato pasa la “serpiente del desierto” se trata del tren mas largo (y seguramente lento) del mundo. Mide más de 3 km y lleva hierro desde el interior de Mauritania hasta el puerto de Nouadhibou. La verdad es que es una pasada verlo pasar.

También tuvimos la entrega de premios del rally. La verdad es que fue uno de los momentos más emotivos del rally. Allí conocimos al ganador del rally que fue el equipo de la Policía Local de Navalcarnero, también entregaron un premio al coche mejor decorado (el equipo Tigreton) y el premio al mejor espíritu de equipo, nos lo dieron a nosotros. El rally otorga un premio al equipo que más solidario ha sido y mejor buen rollo ha tenido. El premio lo deciden todos los componentes del rally, y para nosotros de verdad fue un honor que nos entregaran este premio, mucho más que ganar el rally.

Después de la entrega de premios hubo un turno de palabra, donde todos pudimos valorar la experiencia del viaje y de la estancia en Nouadhibou, particularmente emocionante fueron las palabras del matrimonio que dirige el orfanato. Permitirme que ni intente resumirlas, pues es difícil condensar y no trivializar lo que allí se dijo.

 

31/07/2012, Comienza el Diario de bitácora del Rally

Aunque el rally empieza formalmente mañana, hoy ya dormimos todos los participantes juntos, también nos entregaran la ruta que deberemos seguir en los próximos días.

A nosotros nos toca cerrar todos los preparativos de nuestro coche y para eso, nos dividimos en grupos; unos se van a hacer la compra (en unos días descubriremos que la compra no fue muy acertada), otros organizan el equipaje del coche y otro grupo empieza a preparar los bocadillos de la cena para todos los participantes.

A los pocos minutos de empezar, descubrimos los primeros fallos. El coche tiene un serio problema de peso. Nuestros equipajes, más los cuatro, hace que la amortiguación este casi pegadas a las ruedas. Toca prescindir de lo innecesario, quitamos ropa (un calzoncillo por día es un lujo prescindible), el colchón inflable, las sillas… pese a todo el coche baja peligrosamente cuando nos subimos los cuatro. De todas formas no queda más remedio que cruzar los dedos y continuar.

A todo ello se suma que Marco acabo de salir de una gastroenteritis grave (a punto a estado de quedarse en tierra) y va algo tocado del estómago.

Mientras unos terminan de organizar el coche, yo me bajo a la plaza a recibir a todos los participantes y ayudar en la organización. Allí también están todas las madres de nuestro equipo, algo nerviosas.

A la llegada de nuestro coche, hacemos las comprobaciones técnicas, nos entregan las pegatinas reglamentarias y nos entregan el libro de ruta. ¡Por fin conocemos por donde vamos a ir! Jaime y Chicho se ponen inmediatamente a buscar la ruta y a señalizarla en el mapa.

Tras las correspondientes explicaciones de Alfonso (director del rally) y la entrega de unos premios de agradecimiento a la alcaldesa y a Julián de Castro, cenamos todos juntos en la plaza.

De allí vamos todos al polideportivo, donde nos acostamos tarde, fruto de la charla hasta altas horas con el resto de los participantes.

Dormimos más bien poco, entre la dureza del suelo, los ronquidos y los nervios creo que llegamos a dormir, como mucho una hora…

11/08/2012, undécimo día del Diario de bitácora del Rally

Los dos días que nos esperan son básicamente de convivencia con los niños. Mauritania, es totalmente distinto a lo que hemos visto hasta ahora, Marruecos a su lado parece un país extremadamente occidental.
La miseria, el desorden y la basura son visibles en Nouadhibou. Las cabras son el servicio de basura de la ciudad, son capaces de comerse ropa, cartones y lo más inimaginable, lo único que dejan es el plástico. Es increíble también la cantidad de niños y senegaleses que hay.
Pese a estar cerca del orfanato, los niños no suelen ir a la playa, así que les llevamos a pasar la mañana. Nada más llegar, en tan solo 2 minutos, tenemos a nuestro alrededor unos 70 niños jugando con nosotros. Se hace difícil distinguir cuales son del orfanato y cuáles no, llegamos a temer perder a alguno.
Pasamos toda la mañana juagando, bañándonos… es agotador. De vuelta a la Jaima para comer, pasamos por el matadero de camellos y sinceramente se me quito el apetito.
Por la tarde decidimos hacer algo de turismo y bajar a la ciudad, también visitamos el cementerio de barcos y Cap Blanc (en el extremo sur de la manga de tierra donde está Nouadhibou). Durante el trayecto tuvimos algún percance con el coche, aprovechando que todo eran caminos de tierra y que el coche había llegado sin problemas, algunos decidimos hacer algo de rally.
En Cap Blanc nos encontramos con el Vice Cónsul español en la ciudad, les invitamos a cenar y aceptaron la invitación. Estuvimos todos juntos cenando en la Jaima, y se interesaron mucho por el proyecto del orfanato, de hecho, al día siguiente vinieron a visitarlo.
La verdad es que fue un encuentro muy agradable, pudimos mantener conversaciones muy interesantes sobre la situación de Mauritania y África.

10/08/2012, décimo día del Diario de bitácora del Rally

Hoy toca pasar la frontera. Lo que en la mente de un europeo es un proceso rápido, en África no lo es. Os adelanto un dato, 8 horas tardamos en cruzar un tramo de 4 Km.
Nos levantamos pronto y tras un breve desayuno, salimos todos juntos en convoy hacia la frontera, a nuestra llegada la frontera está cerrada, y ya hay un buen número de coches haciendo cola.
Una vez abierta; el caos. No había nadie que respetara el turno, todo el mundo se colaba y por lo tanto no había forma de avanzar. Tras ejercer un poco de pardillos europeos, nos imponemos y logramos acceder al control de fronteras marroquí. Una vez dentro nos queda pasar tres controles, el de la policía, el de aduanas y el del ejército.
Y las cosas tampoco son fáciles aquí, para cualquier cosa hay que hacer fila y esperar horas al sol para que te firmen a mano el pase, y por supuesto la forma de esperar turno es igual que la reproducida anteriormente con los coches.
Una vez pasada la frontera marroquí (5 horas) no entramos a Mauritania, sino a tierra de nadie. Mauritania y Marruecos no se reconocen las fronteras y entre ambos puestos fronterizos hay 4 km de tierra de nadie, donde debes seguir un camino sin asfaltar (no llega a ser ni tan siquiera una pista de tierra) y con mucho cuidado de no salirse de los límites del “camino” pues toda la zona se encuentra minada.
Allí aparecen los primeros compradores de los coches, vendiendo allí mismo el Renault Clio de uno de los equipos.
Tras avanzar 4 km entre rocas, arena, coches desguazados etc., llegamos al control mauritano donde nos esperan otros tres filtros; ejercito, aduanas y policía. Allí muchos militares se interesan por los vehículos, vendiendo otros dos.
Tras tres horas de espera y papeleo, aparecen los primeros responsables del orfanato (que agilizan las gestiones con la policía). Finalmente en algo más de 8 horas, conseguimos entrar en Mauritania, donde nos espera un paisaje de dunas y matojos.
Cansados, agotados y deshidratados, llegamos al orfanato y todo se nos olvida cuando nos reciben con un cartel en español que dice “Bienvenidos a la Casa de los Niños” y alrededor de él, un montón de niños que nos abrazan, al principio algo tímidos.
Imposible no emocionarse al ver a los niños que nos esperan (prácticamente estaban todos los niños del barrio).
Los responsables del orfanato, nos han preparado una Jaima donde comeremos y dormiremos en los próximos días, un poco de té, una visita al orfanato, juegos con los niños, algo de cena y caemos rendidos en nuestros sacos.

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